FERNANDO VII (1808, 1813-1833)
Nació en El Escorial el 14 de octubre de 1784 y murió en Madrid el 29 de septiembre de 1833. Nieto de Carlos III “el Político”. Sus padres fueron Carlos IV y María Luisa de Parma. Fue el noveno de catorce hijos que tuvo dicha pareja real. Fue reconocido por las Cortes como príncipe de Asturias en 1789. No tuvo buenas relaciones con sus padres y, gracias a la influencia de su preceptor Juan Escóiquiz y de buena parte de la nobleza, alcanzó la corona luego de la Conjura del Escorial y del Motín de Aranjuez, un levantamiento popular contra las reformas y principalmente contra Manuel Godoy, el preferido de los reyes. Sin embargo, durante la invasión francesa tuvo que ceder el trono a José Bonaparte, y al igual que su padre soportar la prisión. Se le llamó “el Deseado” por la popularidad, pero luego de recuperar la corona en la guerra de independencia española se le llamó “el Rey Felón”.

Fernando VII, óleo sobre lienzo, Vicente López y Portaña
Las Juntas Provinciales asumieron la soberanía de España y la Junta Central acumuló los poderes legislativo y ejecutivo y convocó a las Cortes en Cádiz, que  produjeron una constitución liberal regulada por la Regencia que el rey se negó a reconocer. Durante la Restauración se abolieron las Cortes y la Constitución de Cádiz. En estos años las colonias americanas se declararon independientes, aunque en principio expresaron su lealtad al rey. En 1813, con el Tratado de Valençay, Napoleón reconoció a Fernando VII como rey de España y éste, en 1814, promulgó un decreto que restablecía la monarquía absoluta. Inició la reconquista de las colonias americanas y en la primera etapa del reinado, entre 1814 y 1820, restableció el poder absoluto. Persiguió a los liberales y cerró la prensa libre y las universidades, acabó con las diputaciones y los ayuntamientos constitucionales. Devolvió las propiedades confiscadas a la iglesia y enfrentó sublevaciones y el desencantó de su pueblo.
En 1830 Fernando promulgó la Pragmática Sanción, aprobada en 1789, bajo Carlos IV pero que no se había hecho efectiva por razones de política exterior. La Pragmática establecía que si el rey no tenía heredero varón, heredaría la hija mayor. Esto excluía, en la práctica, al infante Don Carlos María Isidro de la sucesión, por cuanto ya fuese niño o niña quien naciese sería el heredero directo del rey. De esta forma, su hija Isabel (la futura Isabel II), hija de su cuarto matrimonio con su sobrina María Cristina de Borbón, se veía reconocida como heredera de la corona, con gran disgusto de los partidarios de don Carlos, el hermano del rey.
En 1832, hallándose el rey enfermo de gravedad, cortesanos partidarios del infante consiguieron que Fernando VII firmara un Decreto derogando la Pragmática. Con la mejoría de salud del Rey, el Gobierno de Francisco Cea Bermúdez, la puso de nuevo en vigor. Tras ello, Don Carlos marchó a Portugal. Entre tanto, María Cristina, nombrada regente durante la grave enfermedad del rey (la heredera Isabel apenas tenía tres años en ese momento), inició un acercamiento hacia los liberales y concedió una amplia amnistía para los liberales exiliados, prefigurando el viraje político hacia el liberalismo que se produciría a la muerte del rey. Fernando murió en 1833 sin hijos varones, había tenido otra hija la infanta Luisa Fernanda.
Una vez muerto Fernando y gobernando María Cristina como regente en nombre de su hija, Isabel II, el infante don Carlos, junto a otros realistas que consideraban que el legítimo heredero era el hermano del rey y no su hija primogénita, se sublevaron y empezó la Primera Guerra Carlista (1833-39), con ello hizo su aparición el carlismo.

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